¿Cuales son los errores más comunes que nos impiden valorarnos y confiar en uno mismo; dejar de dudar, sentirnos libres para hacer lo que nos nutre y disfrutamos, y compartirlo con las personas que amamos?

¿Qué cosas te alejan de tu fortaleza interna, de vivir en paz, deshacer las dudas, o disfrutar de tomar decisiones con libertad?

Te compartimos esta lista de 10 “errores” muy comunes en los que nos quedamos enganchados los humanos cuando tenemos una baja autoestima y falta de confianza. 

Estamos seguro de que te verás reflejado en más de uno…  

1# – Juzgarte y culparte por las decisiones que tomas 

Muchas veces nos quedamos atrapados en la culpa, juzgándonos por cualquier cosa que hacemos o decimos, y castigándonos internamente por no poder cumplir las expectativas que nosotros mismos hemos creado. 

Esto pasa cuando nos olvidamos de nuestra inocencia y pretendemos vivir una vida adulta sin haber cultivado una verdadera madurez emocional.

La culpa es el peor consejero para aprender a amarte y confiar en ti misma, por eso es tan importante aprender a perdonarte, cuidarte y volver a la inocencia.

2# – Intentar agradar a todo el mundo

Cuando haces las cosas por los demás sin tenerte en cuenta, inconscientemente puede que estés buscando la aprobación de esas personas para valorarte, y eso no va a funcionar.

Al menos, no por mucho tiempo.

Si te sacrificas por otros, de alguna forma estás esperando algo a cambio y, cuando no te dan lo que necesitas (agradecimiento, amor, reconocimiento, etc.), entonces surge la rabia, tristeza y sientes que no te valoran como mereces.

Pero, ¿cómo puedes exigirles a otros que te valoren plenamente si tú no eres capaz de hacerlo contigo mismo?

3# – Tu autoexigencia te pone enferma

El perfeccionismo destructivo es una de las formas más sutiles de desvalorización, porque parece que estás dando lo mejor de ti, cuando en realidad te estás castigando por no ser lo suficientemente bueno.

Esto se convierte en un problema cuando esa autoexigencia te produce gran estrés y ansiedad, llegando a ponerte enfermo. Muchas veces, también lo proyectamos sobre compañeros de trabajo, pareja e hijos y parece que nunca te sirve, porque siempre ves algún “pero”.

En el fondo de esto suele haber un gran miedo al rechazo, a la búsqueda del amor y reconocimiento de aquellas personas que en nuestra infancia fueron muy severas y exigentes con nosotros. 

4# – Quedarte atrapado en el victimismo

Creemos que vivimos en un mundo de víctimas y verdugos. La mayoría del tiempo nos consideramos a merced de las circunstancias externas, impotentes y desesperados, esperando tener suerte para que no nos toque a nosotros el próximo desastre.

Quejarte y culpar a los demás de que te han hecho daño no es la solución, esto sólo complica aún más el problema.

Si no reconoces tu verdadero potencial y sigues entregando tu poder a los demás, es inevitable que te quedes enganchada pensando que siempre habrá algo externo a ti que pueda hacerte daño.

5# – Poner mucha atención en la forma y descuidar el contenido 

Si centras toda tu atención en la forma, es decir, el cuerpo, lo material (dinero, pareja, trabajo…) y te olvidas de cultivar tus pensamientos, aprender a gestionar tus emociones y aumentar tu conciencia (el contenido), nunca podrás comprender la causa de tu desvalorización.

Así alimentas la creencia de que no vales por lo que eres, sino por lo que haces, lo que tienes o consigues, y siempre estás intentando sentirte valiosa mediante el dinero, éxito, amistades, logros…

También, inevitablemente te comparas continuamente con los demás y siempre sales perdiendo.

6# – Ocuparte tú de todo y no pedir ayuda cuando lo necesitas

¿Eres de las que piensa que si no te ocupas tú de todo, nadie lo hará? Algunas personas necesitan tenerlo todo bajo control, y les cuesta confiar en otros, por lo que se cargan más de la cuenta y se sienten desbordadas.

Además, a veces pensamos que si pedimos ayuda a otra persona creerá que somos débiles, que nos estamos aprovechando de ella o que sólo nos ayudará por compromiso.

Tal vez, no te atreves a pedir ayuda por miedo a que te digan que NO, o porque no sabes cómo pedirla ya que nunca lo haces y te parece violento, te da vergüenza…

De esta forma acabas quemado, sintiéndote solo y terminas quejándote de lo mal que va el mundo, o de que no hay nadie que haga nada por los demás, etc. 

7# – Forzarte a hacer cosas que no quieres

¿Cuántas veces has hecho algo de lo que después te has arrepentido? Aunque algo en tu interior te dice que no lo hagas, no te escuchas y acabas forzándote a cumplir “lo que se espera de ti”.

Y lo peor viene cuando juzgas a otros porque no las hacen (cuando en realidad te da envidia que ellos hagan lo que les apetece, y estás deseando hacer tú lo mismo). Este es uno de los comportamientos más tóxicos que existen.

Este error está relacionado con no sabes poner límites claros, no saber decir NO sin sentirte culpable o egoísta por ello.

8# – Fingir que todo te va bien (cuando en el fondo crees que no es verdad) 

Caer en el falso positivismo, intentar ver sólo las cosas “buenas” de la vida, mientras por dentro te estás sintiendo como una mierda.

Entonces te pones la careta de la sonrisa feliz y sales a la calle aparentando que no pasa nada, que todo está bien y huyes de cualquier conflicto que se presente en tu vida.

Este es el “síndrome del payaso triste” o el “happy flower” que hace reir a todo el mundo, pero en su interior se siente solo, triste e incomprendido.

9# – Resignarte a una vida de infelicidad

Puede que lo que te pase es que creas que la felicidad es sólo un cuento de hadas, una palabra bonita para un final de película, pero que es inalcanzable en la vida real.

Cuando utilizas esto como una excusa para no atreverte a afrontar tus miedos, y empiezas a justificar tus decisiones creyendo que resignarte es la única opción, te quedas encerrada en tu propia jaula, que has construido con esas creencias limitantes.

Entonces, no te permites abrirte a la posibilidad de encontrar otra forma de ver la vida.

10# – Pensar que tú eres de una determinada forma y no es posible cambiar

Cuando dices: “Yo soy así”, “yo soy eso o aquello”, te has puesto una etiqueta que puede resultar muy difícil de abandonar, sobre todo cuando te identificas con esas etiquetas y pierdes de vista tu infinito potencial.

Eso es lo que nos pasa cuando creemos que somos simplemente el cuerpo que vemos frente al espejo, el personaje que hemos creado para adaptarnos al mundo o el carácter que nos ha tocado. Nos cerramos a la mayoría de opciones que la vida tiene preparadas para nosotros y nos empequeñecemos. 

Llevamos tanto tiempo creyendo ser lo que no somos, que pensamos que es imposible cambiar. De este modo, te cierras al flujo de la vida, y te vuelves rígido, pesado, estancado.

Si estos errores te afectan, mucho peor es quedarte enganchado en ellos, o seguir manteniéndolos con tu energía.

En el curso online El Arte de Amarte vamos a acompañarte para que puedas tomar conciencia de tu fortaleza interna, despertando los recursos necesarios para superar esos obstáculos y muchos más.

Así podrás aprender a valorarte, a confiar en la Vida y disfrutar de tu libertad.

Aprovecha el descuento del 33% hasta el 7 de enero. Pincha en la imagen si quieres dejar atrás esos errores ahora mismo.

Comparte tu experiencia,

¿Te sientes identificado con alguno de estos errores? ¿Cuál de ellos dirías que te afecta más? ¿Se te ocurre algo que puedas hacer para no quedarte enganchada a este “error”?

Hablamos en los comentarios.